Con motivo de la terrible masacre del sábado 30 de enero del 2010.
¿Qué podemos decirles a las familias que este pasado fin de semana perdieron a sus seres queridos? ¿Qué les decimos a las madres que recibieron los cuerpos de sus hijos asesinados cobardemente por un grupo de hombres sanguinarios? ¿Qué le decimos a una ciudad estremecida por el nivel de brutalidad y salvajismo demostrado en este suceso tan deplorable y doloroso? Nadie tiene palabras que puedan ayudar o que puedan explicar esta locura. Solo atinamos a decir que esto no debería estar sucediendo. Que nos duele a todos, que nos duele mucho y que deseamos que esto se acabe.
Pero algo debemos decir, pues quedarse callados ante este terrible mal tampoco es aceptable. A las familias de estas jóvenes víctimas y de los cientos que en estos años han experimentado el quebranto de un corazón desecho por la violencia injusta les tenemos que decir que lo sentimos muchísimo y que quisiéramos poder ayudarlos en algo, pero que reconocemos que sólo Dios tiene la capacidad de consolar ese dolor tan extremo que viven. Qué le pedimos a ese Dios, que por amor envió a su único hijo a morir por nosotros en manos de hombres brutales y sanguinarios, que se compadezca de todos los que sufren y que viven lo que él mismo ha de haber sufrido al ver a su hijo crucificado en una cruz. A ese Dios le pedimos que los sostenga, los ayude y los conforte con gracia milagrosa que solo él puede derramar sobre sus criaturas desconsoladas y desconcertadas.
Ahora, ¿qué les decimos a las autoridades que están viendo todo esta tragedia y no atinan a hacer algo sensato para ayudar a la gente? ¿Qué les decimos a los políticos que están más preocupados por su carrera política y el poder de sus partidos que de trabajar y contribuir a que esta ciudad y este País no sean destruidos irremediablemente? ¿Qué les decimos a los gobernantes que siguen afirmando que en Cd. Juárez no pasa nada y que minimizan lo que mundialmente es reconocido como una verdadera tragedia histórica? Les tenemos que decir que Dios les ha delegado autoridad en esta tierra para que sirvan a la gente como ministros de bien y que es ante él principalmente que deberán dar cuentas de su indolencia e ineptitud. Que deberán darle razón por haber maltratado a la gente en lugar de haber procurado con todo su esmero su bienestar, pues ser gobernante es primordialmente una gigantesca responsabilidad no su privilegio. Debemos anunciarles también, que han de cosechar del pueblo que han agraviado y descuidado su repudio y desprecio general. Que no deben asumir que podrán seguir desatendiendo las necesidades genuinas de toda una nación sin que haya consecuencias terribles para todos. Debemos decirles que deben responder y resistir el mal con todas sus fuerzas, procurando que se detengan a los culpables y se establezca de nuevo la justicia en esta ciudad, pues para eso han sido designados como autoridades.
Y, ¿qué les decimos a los asesinos? ¿Qué les decimos a toda esa gente que anda por nuestras calles con sus armas haciendo el mal y, en una arrogancia suprema, creyéndose con el derecho de quitarle la vida a otro ser humano? ¿Qué les decimos a esos jóvenes que han abandonado todo valor moral y que por lealtad a una pandilla están dispuestos a convertirse con total desenfreno en asesinos inhumanos? ¿Qué les decimos a los jefes de las organizaciones criminales que combaten contra otros por la ambición de encumbrarse como dueños de esta ciudad? A ellos les debemos decir que Dios no puede ser engañado, que todo lo que el hombre siembre eso también cosechará. Que hay una ley que dice que el que vive por las armas, por ellas mismas ha de caer. Les decimos que no en vano Dios ha dicho “No Matarás” y que él como nuestro creador ha de reclamar la sangre derramada de aquellos que fueron creados a su imagen y semejanza. Pero también, debemos decirles que deben arrepentirse y abandonar ese camino de muerte, pues ellos también fueron hechos a imagen y semejanza de Dios. Que no son animales y que, aunque esté endurecida por el mal, tienen un alma que es eterna. Que Cristo murió para darles la oportunidad de que en arrepentimiento por sus pecados se vuelvan a Dios. Así que los llamamos y los exhortamos con todo nuestro corazón a que dejen sus armas y caigan de rodillas ante Dios todopoderoso que ha visto todas sus acciones y que ha de juzgarlos por ellas; pero también que mientras tengan vida él está dispuesto a escuchar a aquel que con un corazón quebrantado y arrepentido clame a él por su salvación.
Y por último, ¿qué les decimos, a nuestros hijos que nos preguntan por qué pasa esto en nuestra ciudad? ¿Cómo les explicamos este género de maldad? ¿Cómo les damos algo de esperanza de que esto va a cambiar algún día? A final de cuentas, ¿qué le decimos a todos los Juarenses que pasmados atestiguamos el continuo deterioro de nuestra comunidad? ¿Qué nos decimos a nosotros mismos que no alcanzamos a comprender lo que sucede y que nos sentimos aún sin palabras para nosotros mismos? Debemos decirnos que Dios nos dice que en él siempre hay vida y esperanza (Salmo 130). Que ya es tiempo de que todos volvamos nuestros ojos al que ha transformado no ciudades ni países enteros, sino a la historia de la humanidad con las sencillas buenas nuevas de que Jesús ha venido precisamente para salvar al mundo de toda esta maldad. Que si hemos cosechado un mal terrible por nuestro abandono de sus mandatos, podemos ahora sembrar todo lo contrario y, que si no desistimos, a su tiempo cosecharemos para bien. Debemos decirnos que el gran mal solo se puede enfrentar con el gran bien. Y que él es nuestro gran bien por lo cual es digno de que depositemos en él toda nuestra esperanza. Por lo tanto, necesitamos decirnos que no debemos desistir, ni desfallecer en procurar el bien de nuestras familias, de nuestra ciudad y de nuestro País. Que si renunciamos a nuestra responsabilidad de responder a este mal, estaremos condenando el futuro de nuestros hijos. Este gran mal debe llevarnos ahora más que nunca a decirnos: “no te dejes vencer por el mal, sino vence el mal con el bien” (Rom 12:21).
"En nombre de Cristo os rogamos: ¡Reconciliaos con Dios!" - 2Cor 5:20
Nuestro Propósito
Este es un espacio para publicar artículos desde una perspectiva Cristiana que motiven a los habitantes de nuestra Ciudad a reflexionar sobre su respueta a la crisis de violencia y crimen que azota a nuestra ciudad.
Es un llamado a buscar de Dios en humildad y arrepentimiento a responder conforme a su Palabra en estos tiempos.
Es un llamado a que no desfallezcamos, sino que respondamos a todo este mal con fe, esperanza y amor.
Joel 2:13 ...volved ahora al SEÑOR vuestro Dios, porque Él es compasivo y clemente, lento para la ira, abundante en misericordia, y se arrepiente de infligir el mal. 14 ¿Quién sabe si volverá y se apiadará, y dejará tras sí bendición...
Es un llamado a buscar de Dios en humildad y arrepentimiento a responder conforme a su Palabra en estos tiempos.
Es un llamado a que no desfallezcamos, sino que respondamos a todo este mal con fe, esperanza y amor.
Joel 2:13 ...volved ahora al SEÑOR vuestro Dios, porque Él es compasivo y clemente, lento para la ira, abundante en misericordia, y se arrepiente de infligir el mal. 14 ¿Quién sabe si volverá y se apiadará, y dejará tras sí bendición...
Ayer tuvimos una reunion en Grupo de Casa, uno de los versiculos claves fue, No seas vencidos por el mal si no vence con el bien el mal. Me llama de sobremanera la atencion quie el espiritu de Dios este marcando esto a sus hijos, no me cabe la menor duda que el llamado que tengo en la politica va por ese camino. Comentabamos al igual como la Sangre de Cristo esta en los linteles de nuestras casas, y que tiene que ver muho la obediencia a la palabra ya que, en el antiguo testamento la ordenanza de Dios para su pueblo era marcar los linteles de su casa con la sangre de un cordero, pero los que no obedecieron al mandamiento no tuvieron la proteccion de Dios, debemos ser obedientes a Dios.
ResponderEliminarEs doloroso ser testigos de tanta maldad que está acabando con nuestra ciudad. Es realmente innombrable lo que está sucediendo en nuestras calles. Es una mancha terrible en la historia de nuestro país que no debe de ser olvidada.
ResponderEliminarPienso que ahora más que nunca aquellos que conocemos a DIOS debemos de recordar que él nos afirma que las cosas podrían ser diferentes.
Creo que debemos de incarnos a clamarle a él y a gritarle a nuestra ciudad que DIOS es el único que puede cambiar las cosas. Y que ese cambio tan anhelado sucederá cuando seamos transformados por Él cada uno de nosotros.
Hola Carlos, buen día.
ResponderEliminarComo dices en el correo que enviaste ayer, todo Juárez estamos asqueados de la situación en la que vivimos. Es un problema extremadamente complejo hacia el cual hay que proveerle una solución simple: Volver nuestros ojos y nuestro corazón a Dios como ciudad.
La gente no sabe qué hacer, a quién recurrir, con quién juntarse para sentirse protegidos. La policía? una alarma más grande y ruidosa? una jauría de perros? armas para hacer justicia por nuestra propia mano? NADA DE ESO SIRVE!
Salmos 5:11 Pero alégrense todos los que en ti se refugian; para siempre canten con júbilo, porque tú los proteges; regocíjense en ti los que aman tu nombre..."
A la situación Juarense actual la comparo (y por favor dime si estoy equivocado) a una fuga masiva de gas. Tenemos una fuga inmensa y nos aterrorizamos de las explosiones violentas que ésta provoca cada que encuentra una chispa que la enciende. Estas explosiones cobran víctimas (a veces inocentes, a veces no) e, irónicamente algunas veces los responsables de la fuga ni siquiera se enteraron que hubo un flamazo (o de plano conscientemente lo ignoran). La cosa está en que la gente está harta de tanta muerte, pero mientras no se haga algo concreto para detener la salida del gas seguiremos cosechando quemados por culpa del pecado de algunos y la insensibilidad de los demás.
Hay un edicto contra los que continúan aterrorizando Juárez. Tienen oportunidad de arrepentirse porque Dios es bueno, pero su justicia y e ira santas también son buenas (aunque a veces no nos agraden mucho)...Dios nos libre de caer en sus manos...!!!
Salmos 7:11:17 Dios es juez justo, y un Dios que se indigna cada día contra el impío. Y si el impío no se arrepiente, El afilará su espada; tensado y preparado está su arco. Ha preparado también sus armas de muerte; hace de sus flechas saetas ardientes. He aquí, con la maldad sufre dolores, y concibe la iniquidad y da a luz el engaño. Ha cavado una fosa y la ha ahondado, y ha caído en el hoyo que hizo. Su iniquidad volverá sobre su cabeza, y su violencia descenderá sobre su coronilla. Daré gracias al SEÑOR conforme a su justicia, y cantaré alabanzas al nombre del SEÑOR, el Altísimo..."
Es triste ver como nuestra ciudad se va desintegrando, ver las caras de las personas con miedo, impotencia, dolor economicamente muy mal con dudas sin respuestas, y los ninos?
ResponderEliminarlatimar la inocencia de los pequenos, que no tiene la culpa de nada, por favor, oremos todos
por nuestro Pais, hablemos con la gente que conocemos y la que no, es urgente, que con la fuerza del bien (la oracion), se arrepientan aquellos que no tienen temor de Dios, oremos por los lastimados , heridos, pero sobre todo
por los que haciendo el mal no saben que los mas perjudicados en el juicio grande, donde todos estaremos no va a ver tiempo para poder arrepentirse, por favor, en tu carro, en tu casa, en tu trabajo, con tu familia en la escuela, en el mandado donde sea, oren y que dios no bendiga a todos.
hay una porcion de la Bibila que dice "en donde abunda la malnan sobreabina la gracia".
ResponderEliminarGracia = a "Favor inmerecido de Dios"si esta palabra es verdad, que esperamos los Creyentes "CRISTIANOS" para tomar nuestro papel en esta situacion que envarga nuestra ciudad.
es tiempo de dejar a un lado toda diferencia denominacional y unirnos como pueblo de Dios y pelar esta batalla que sabemos que es espiritual y se debe pelear de esa manera, espiritualmente, como; con oracion y ayuno.
Pero tenemos que pagar el precio si queremos ver que cambie el rumbo de nuestra ciudad.
Dios nos ayude y nos de direccion.
Bendiciones
Es tan desesperante esta situacion, tan frustrante pero tambien es muy cierto que no estamos mas que cosechando lo que sembramos, es curioso escuchar a gente que dice que quieren el juarez de hace 3 anos, y yo digo que no habia ya maldad hace 3 anos, que no mataban impunemente a mujeres y ninas, entonces cual era ese juarez tranquilo que piden de hace 3 anos, Dios debe estar cansado de nosotros por tanta maldad y me pregunto porque criticamos tanto a todos esos asesinos y pedimos a DIOS que los termine cuando nosotros tambien asesinamos de pensamiento y muchas veces encubrimos a ese tipo de personas, solapamos mentiras por conveniencia, aveces la mentira que nos parece la mas inocente pero al fin mentira, y cuantos no abussan de los puestos que tenemos para pisotear a quien esta bajod e nosotros, cuantos no somos tan descarados en vivir doble vida y aparentar lo que no somos ante los demas o simplemente si nos conviene quedar bien con alguien lo hacemos acosta de lo que sea y luego vamos a la iglesia y nos hacemos los justos, por otro lado es detestable que los POLITICOS encuentren cualquier oportunidad para hacerse publicidad si de eso es de lo que ya estamos hartos, de gente que lucra con nuestro dolor y desgracia, ojala fueramos de verdad tan sinceros como para ser lo que realmente somos transparentes y honestos todo comienza en nuestra vida si no cambiamos nuestra manera de vivir, como queremos cambiar a los demas.
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